El Gobierno pidió ayer respeto a su decisión de retirar las tropas de Kosovo antes del final del verano después de que Estados Unidos se haya mostrado “profundamente decepcionado” y “sorprendido” por esta medida. 

El Ejecutivo ha dicho respetar las opiniones de los aliados de la OTAN, pero ha considerado legítima la decisión de que fuera la ministra de Defensa, Carme Chacón, la que comunicara la retirada durante su visita a la base del contingente español en la localidad kosovar de Istok, según fuentes del Ejecutivo consultadas por EFE. 

Antes de conocerse la posición de Estados Unidos, el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió desde Bruselas que España puede acordar el repliegue de forma autónoma, del mismo modo que decide en solitario participar en las misiones internacionales. 

La crítica hecha a través del portavoz adjunto del Departamento de Estado estadounidense, Robert Wood, supone la primera discrepancia con España desde que Barack Obama asumiera la presidencia. 

Los aliados de la OTAN acordaron en 1999 “entrar en esto (Kosovo) juntos y salir de esto juntos”, según Wood, quien también ha expresado el malestar de la Casa Blanca por el hecho de que fuera informada poco antes de que se anunciara el repliegue oficialmente a través de un alto cargo del Ministerio de Defensa. 

Este reproche se une al que hizo ayer la OTAN por considerar que la salida de Kosovo es una decisión unilateral y a destiempo, aunque su secretario general, Jaap de Hoop Scheffer, valoró la labor que España ha hecho en los Balcanes. 

Zapatero ha asegurado que la decisión es “coherente” debido al rechazo español a la independencia de Kosovo, motivo por el que la tarea de los 630 soldados que están en la región “perdía buena parte de su sentido”. 

Según el jefe del Ejecutivo, España ha cumplido “con creces” su misión, que comenzó hace diez años después de la guerra entre serbios y kosovares. 

Frente al reproche de la OTAN, Zapatero declaró que los aspectos formales se han respetado “escrupulosa y rigurosamente”, ya que se informó de manera previa a De Hoop Scheffer y a los “principales aliados”. “Hemos hecho lo que era lógico, lo que debíamos hacer y en un momento bastante razonable: las cosas están bien, tranquilas, no hemos reconocido a Kosovo, y la retirada se va a hacer con la máxima coordinación con nuestros aliados y con la OTAN”, dijo Zapatero. 

Según aclaró la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, la decisión de la retirada se ha anunciado después de trasladarla de forma “razonable y razonada” a los socios de España y los organismos de la OTAN. 

De la Vega ha puntualizado que hace ya “muchos meses” que el Gobierno “puso de manifiesto cuál era su posición” sobre el repliegue paulatino. 

El PP ha censurado la medida porque provoca el "descrédito" de España en los organismos internacionales y “genera desconfianza” a los aliados, según la vicesecretaria de Organización y Electoral del PP, Ana Mato. 

En la misma línea se ha pronunciado la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, para quien el Gobierno “desprecia absolutamente las instituciones internacionales” por actuar de forma unilateral. 

Chacón ha solicitado comparecer a petición propia para explicar la orden de replegar las tropas, aunque tanto PP como CiU han reclamado que estas explicaciones se hagan lo antes posible. 

La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, ha recordado al PP que pidió que España se fuera de Kosovo al día siguiente de su declaración unilateral de independencia, proclamada el 17 de febrero de 2007.

Según Valenciano, haberse replegado entonces “sí hubiera sido precipitado”, frente a lo que el Gobierno optó por comportarse con “lealtad, coherencia y responsabilidad”.