Los dos presuntos miembros de ETA a los que la Gendarmería francesa buscaba desde el pasado sábado después de marcharse de una gasolinera sin pagar, se han fugado, robando un coche cada uno, según dijo ayer el ministro del Interior, Pérez Rubalcaba. 

“Todo apunta a que se han fugado”, señaló Rubalcaba, quien, tras destacar los esfuerzos de las fuerzas de seguridad francesas para tratar de arrestarlos, ha recalcado que, “cuando dos etarras tienen que ir de esta manera, se descuelgan de la banda”, lo que también le “resta operatividad” y entorpece su actividad. 

El ministro hizo hincapié en que cada vez son más frecuentes los “encontronazos” de la Gendarmería francesa con etarras, porque la banda “no está en su mejor momento operativo” y porque las fuerzas de seguridad galas están cada vez “más encima”. 

Tras enumerar algunos de esos últimos “encontronazos”, el ministro insistió en que la frecuencia de este tipo de acontecimientos permite sacar dos conclusiones: la primera, que la capacidad operativa de ETA es “menor que nunca” y la segunda, que la eficacia de las fuerzas de seguridad es “mayor que nunca”. 

“Intentaron detenerlos, pusieron todos los medios a su alcance, pero a veces estas cosas no salen”, dijo el titular de Interior, quien ensalzó la colaboración “modélica” entre España y Francia contra el terrorismo. 

Una colaboración que ahora se intentará extender a otros campos delictivos como el crimen organizado y, sobre todo, el narcotráfico, recordó el ministro, quien destacó la visita del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y los resultados de la XXI Cumbre bilateral entre España y Francia. 

El ministro también destacó la colaboración de Venezuela para proceder a la última detención de un etarra, la de Iñaki Landazabal Echevarria, quien era buscado por su participación en un atentado frustrado contra un trabajador del diario La Gaceta del Norte y está a disposición de la Fiscalía venezolana para que se inicien los trámites de su extradición. 

Alfredo Pérez Rubalcaba efectuó estas declaraciones tras la presentación del denominado Colegio Administrado Electrónicamente (CAE), un sistema que se pondrá en marcha en las mesas electorales de Lleida, Salamanca y Pontevedra en los próximos comicios europeos.