Campos participó ayer en un homenaje a su marido celebrado en el solar donde murió, en lo que fue la casa cuartel de Legutiano, volada por ETA con un coche-bomba. Los presuntos autores de este atentado, como Jurdan Martutegi, ya han sido detenidos en Francia.
La viuda, que reside en Málaga, se ha desplazado a Legutiano para participar en este homenaje, en el que agradeció la colaboración francesa contra el terrorismo, la actuación de la Guardia Civil y la Policía, y nombró específicamente a la Ertzaintza y a los bomberos que actuaron el día del atentado, ya que tras él se le olvidó agradecer su labor.
Campos definió a su marido como una persona “íntegra, inteligente, culta, generosa y sencilla, con una nobleza y un corazón gigantescos que le hacían estar siempre al servicio de todos”.
“Su trabajo era ayudar y así lo demostró en innumerables ocasiones”, como el 14 de mayo del año pasado, “cuando pudo huir pero se quedó avisando y gracias a él y pese a quien le pese, se salvaron vidas, y eso es algo que lo ennoblece aún más”, subrayó.
Las palabras de la viuda de Piñuel fueron recibidas entre aplausos y “vivas” a España. A su término, recibió un abrazo del lehendakari, Patxi López, que encabezó la comitiva institucional en el acto, y de la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga.
Asimismo, asistió el consejero de Interior, Rodolfo Ares, el delegado del Gobierno, Mikel Cabieces, el director de Atención a las Víctimas, José Manuel Rodríguez Uribes, los miembros de la Mesa del Parlamento vasco, la candidata del PNV a las elecciones europeas, Izaskun Bilbao, representantes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, y la viuda y la hija del edil socialista asesinado por ETA Isaías Carrasco.