En la operación, considerada por la Policía como la primera a "gran escala" contra el pirateo de videoconsolas realizada en España, se ha detenido a ocho personas, entre ellas a los responsables de las franquicias, y se han intervenido más de 30.000 chips y diverso material electrónico valorado en 922.000 euros.
Los agentes han inspeccionado 22 establecimientos comerciales en las provincias de Madrid, Sevilla, Valladolid, Málaga, Salamanca, Zamora, León, Gerona y Santiago de Compostela, así como las sedes centrales de las franquicias de tiendas que distribuían los equipos pirateados.
La investigación comenzó a finales del pasado año 2008 tras la denuncia de dos fabricantes de videoconsolas –Sony y Nintendo– que habían alertado de la presencia en el mercado de este tipo de sistemas manipulados y "chips piratas".
Un software especial insertado dentro del propio cartucho-tarjeta de la videoconsola, permitía vulnerar el código de autentificación, para poder usar juegos no originales.
El sistema empleado tras la adquisición de estos cartuchos consiste en descargarse juegos a través de internet para posteriormente grabarlos en una tarjeta de memoria que se introduce en el propio cartucho.