El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, denunció hoy que los combatientes yihadistas están impidiendo la salida de civiles de la ciudad siria de Alepo, donde ayer entró en vigor una pausa humanitaria con el cese de los bombardeos rusos y sirios.
"Mediante amenazas, chantaje y la fuerza bruta impiden la salida de los civiles del este de Alepo" y "sabotean la llegada de ayuda humanitaria", dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con su homólogo guatemalteco, Carlos Raúl Morales, al término de sus conversaciones.
También expresó la preocupación de Moscú por que, "a pesar de los gestos de buena voluntad que han hecho Moscú y Damasco, los combatientes del antiguo Frente al Nusra se niegan a abandonar la ciudad".
El jefe de la diplomacia rusa indicó que, según los datos de que dispone Rusia, todos los grupos armados que actúan en Alepo "de una u otra manera se subordinan a Al Nusra, que es quien manda" en el este de la ciudad.
Agregó que la falta de acciones de la coalición liderada por Estados Unidos contra Al Nusra hace suponer que pudiera haber planes de preservar ese grupo terrorista para emplearlo más tarde en el derrocamiento del presidente sirio, Bachar al Asad.
"La coalición proclamó dos objetivos: luchar contra el Estado Islámico y el Frente al Nusra. Y por eso parto de la base de que EEUU, como amo y jefe de la coalición, debe hacer todo para circunscribirse a esos objetivos", subrayó Lavrov.
Abogó por el pronto comienzo de las negociaciones entre las autoridades y la oposición siria, y denunció que los socios de Rusia en la búsqueda de un arreglo al conflicto en Siria "boicotean la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el comienzo inmediato y sin condiciones del diálogo sirio".