El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, fue abucheado de forma repetida hoy durante un encuentro con un grupo de ciudadanos por romper su promesa electoral de reformar el sistema electoral canadiense.
Trudeau, que se encuentra de gira en el norte de Canadá, sufrió por segundo día consecutivo el enfado de los canadienses, esta vez en una asamblea pública en la localidad de Yellowknife, cuando justificó su decisión de cancelar la reforma electoral para defender la unidad de Canadá.
"Fue mi decisión y lo hice sabiendo el coste que posiblemente tendrá. Pero no comprometeré lo que es mejor para Canadá", dijo Trudeau en medio de los abucheos de los reunidos.
El primer ministro añadió que rechazó la reforma del sistema electoral porque implicaría un referéndum que generaría "muchas divisiones" en el país, lo que comparó a lo sucedido en el Reino Unido con la consulta para salir de la Unión Europea ("brexit").
El sistema electoral canadiense está basado en el sufragio directo, en el que los votantes de cada una de las 338 circunscripciones del país eligen un único diputado para la Cámara Baja del Parlamento, lo que supone que solo cuentan los votos obtenidos por el candidato ganador.
Durante la campaña electoral que desembocó en la victoria del Partido Liberal de Trudeau en octubre de 2015, el primer ministro y su partido prometieron reformar radicalmente el sistema electoral con un sistema de representación proporcional.
Pero a principios de 2017, Trudeau anunció de forma abrupta que no procedería con la reforma del sistema electoral, porque los otros partidos con representación parlamentaria no se ponen de acuerdo en ese asunto.
El principal partido de la oposición, el Partido Conservador, ha señalado que cualquier reforma del sistema electoral que se quiera adoptar tiene que ser aprobada primero en un referendo.
Por su parte, el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático, la tercera formación del país, quiere un sistema proporcional.
El primer ministro canadiense dijo hoy que él prefiere un sistema de voto preferencial, en el que los votantes clasifican una lista de candidatos por orden de preferencia, aunque también reconoció que ese sistema favorecería de forma desproporcionada al Partido Liberal.
Pero, añadió, "no voy a hacer algo que todo el mundo está convencido va a favorecer a un partido más que a otro".