Las autoridades iraquíes planean "reeducar" a los estudiantes y profesores que han estado sometidos al adoctrinamiento de la ideología yihadista durante el dominio del grupo Estado Islámico (EI), pero pretenden excluir a los más radicales, los denominados "cachorros del califato".
A lo largo de más de dos años, los yihadistas obligaron a los profesores a enseñar su ideología radical a punta de pistola en los amplios territorios que dominaron en Irak, donde aún resisten en el oeste de la ciudad de Mosul y en otras localidades menores.
En las clases del EI se enseña a los niños a disparar y a detonar cinturones explosivos, y se alude a la violencia hasta en los ejercicios de matemáticas que, en vez de usar ejemplos cotidianos, presentan sumas de cadáveres enemigos y restas de munición, según los relatos de los civiles que salieron de las ciudades liberadas.
Este "lavado de cerebro" ha afectado tanto a los alumnos como a los profesores, por lo que los responsables educativos del país preparan un amplio plan de "reeducación", que se aplicará en primaria y secundaria, según dijo a Efe el director del sindicato de profesores de la provincia de Nínive, Raad al Yuburi.
"Lo que he visto en Mosul es que todos fueron afectados por las ideas del EI. Incluso los profesores necesitan trabajo psicológico y reeducación", aseveró Al Yuburi.
Los responsables educativos ya están preparando los talleres dedicados al cuerpo docente, pero todavía hay medidas bajo estudio, según el responsable del sindicato.
El próximo mayo se celebrará una conferencia en Bagdad para buscar soluciones y financiación para el problema educativo en las provincias de Saladino, Al Anbar y Nínive, sobre las que el EI extendió sus dominios en 2014, según la misma fuente.
Sin embargo, Al Yuburi tiene claro que el sistema educativo "no puede hacer nada" por aquellos adolescentes radicalizados que llegaron a empuñar las armas y cometer crímenes, los conocidos como "cachorros del califato", que, según él, deben enfrentarse a la Justicia y cumplir condena.
Varias ONG, como Human Rights Watch (HRW) y Oxfam, dijeron a Efe que, viendo ejemplos de lo ocurrido en otros países, el encarcelamiento de estos menores, embebidos en la ideología radical, puede ser contraproducente.
"No puedes meter a un chico de quince años en la cárcel. Si no, será materia de reclutamiento para un nuevo EI", dijo a Efe el director de Oxfam en Irak, Andrés González.
En la visión de esta ONG, sería preferible reintroducir a estos jóvenes en el sistema educativo para darles "esperanza" y perspectivas de conseguir un trabajo, en el marco del proyecto de reconciliación nacional que quiere impulsar Bagdad y con el que aspira a estabilizar el país.
Para lograr esta reconciliación, según Oxfam, el primer paso es "evitar represalias" contra la parte de la población que apoyó al EI en los territorios que llegó a gobernar, que en el caso del oeste de Mosul puede suponer un porcentaje alto, puesto que es considerada como la "capital" iraquí del autoproclamado califato.
Para los "cachorros del califato", aunque depongan las armas, será difícil salir de Mosul, ya que el ejército somete a una criba a todos los varones de más de 14 años que tratan de abandonar la ciudad para identificar a posibles terroristas infiltrados entre los civiles.
Oxfam ha pedido reiteradas veces a las autoridades iraquíes que respeten los derechos humanos en estos controles, que la ONG considera legítimos pero en los que -advierte- se han cometido abusos.
"En Faluya mataron a mucha gente. En el oeste de Mosul hay un porcentaje alto que tienen afiliación al EI. No queremos que muera gente inocente", afirmó el director de Oxfam.
En estos controles en Mosul de momento no ha habido noticia de que se hayan cometido torturas, sin embargo los militares usan listas de sospechosos, basadas en denuncias de vecinos, que sí han permitido la detención arbitraria de menores, según dijo a Efe por teléfono la investigadora de HRW Belkis Wille.
"A los que meten en esa lista se les presume culpables. A algunos se les mete por disputas familiares. Una vez que les detienen, no hacen esfuerzos de informar a los familiares. Han detenido a miles de personas y las familias lo desconocen. En esta situación, son mucho más vulnerables a otras formas de abusos", comentó Wille.