El presidente estadounidense, Donald Trump, se dirigió hoy a 55 líderes de países musulmanes, a los que pidió que expulsen a los extremistas de sus tierras y se unan a EE.UU. para lograr "un futuro mejor" para todos.
"No estamos aquí para enseñar ni para decirles a otras personas cómo vivir, qué hacer o cómo practicar su fe. En su lugar, ofrecemos una alianza basada en valores e intereses comunes con el fin de conseguir un mejor futuro", aseguró el mandatario estadounidense.
Durante una cumbre en la capital saudí, Trump también pidió a sus aliados que expulsen a los extremistas de "sus lugares de oración, sus comunidades y de la tierra santa".
EE.UU. está preparado para luchar junto a ellos en busca de "la seguridad y los intereses comunes", señaló Trump, tendiendo la mano a los asistentes, entre los que hay representantes de países de África, Asia y Oriente Medio.
El anfitrión, el rey saudí Salman bin Abdulaziz, y Trump anunciaron asimismo la creación de un centro para combatir la financiación del terrorismo, con sede en Riad y en el que participarán también los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Trump abordó una de las grandes preocupaciones de esos Estados y acusó a su enemigo común, Irán, de desestabilizar la región de Oriente Medio.
Asimismo, le responsabilizó de "todo lo que está ocurriendo en Siria" y de apoyar "los indescriptibles crímenes" del presidente sirio, Bachar al Asad.
Durante su intervención, Trump se mostró afligido por la situación en Oriente Medio, que era antes "un lugar de paz y de tolerancia" en el que las religiones convivían.
El presidente estadounidense señaló que el 65 por ciento de la población de Oriente Medio tiene menos de 30 años, por lo que existe "un gran futuro por construir" en la zona, que se ve no obstante empañado por los conflictos y el derramamiento de sangre.
Trump se encuentra en Riad para una visita de dos días durante su primer viaje al extranjero, que lo llevará posteriormente a Israel, Palestina, el Vaticano, Bruselas (Bélgica) y Sicilia (Italia).