Farmacéuticos, dentistas, comadronas y paramédicos podrán inocular vacunas a partir de ahora en el Reino Unido
El sistema público de salud británico se prepara para comenzar a administrar una vacuna contra el coronavirus "poco después de las Navidades", según revela este domingo el diario "The Sunday Times".
El periódico asegura que el viceconsejero médico del Gobierno británico, Jonathan Van-Tam, ha expresado en privado que los ensayos clínicos llevados a cabo hasta la fecha indican que hay una vacuna que puede "recortar las infecciones y salvar vidas".
Van-Tam comunicó a algunos diputados la pasada semana que el avance de la fase tres de los ensayos de la vacuna creada en la Universidad de Oxford y fabricada por la farmacéutica AstraZeneca indica que "una administración masiva está en el horizonte tan pronto como en diciembre", afirma "The Sunday Times".
Miles de empleados del sistema público van a recibir formación para inocular vacunas antes de final de año, agrega el periódico, después de que el Gobierno ha cambiado la ley para ampliar la cantidad de profesionales sanitarios que pueden llevar a cabo esa labor.
Farmacéuticos, dentistas, comadronas y paramédicos podrán inocular vacunas a partir de ahora en el Reino Unido.
"Estos cambios legales nos ayudarán a asegurarnos de que estamos preparados para desplegar una vacuna para la covid-19 segura y efectiva tan pronto como haya superado los ensayos clínicos y controles rigurosos por parte de los reguladores", afirmó al periódico el ministro de Sanidad, Matt Hancock.
Durante los primeros meses del programa de vacunación, las dosis se inocularán a personas mayores y vulnerables, y "la mayoría de las personas no recibirá la vacuna", indica el diario.
El avance de la segunda ola de la pandemia ha llevado a diversos hospitales del Reino Unido a cancelar operaciones, algunas de las cuales se han pospuesto durante seis meses, señala "The Sunday Times".
En la localidad galesa de Swansea, el Hospital Morrison ha cancelado todas sus cirugías cardíacas rutinarias, mientras en la ciudad inglesa de Plymouth, el Hospital Derriford ha anulado todas las operaciones "no críticas".