La polémica está servida. Docentes y padres y madres de alumnos han expresado esta misma semana su rechazo sin palitativos a la propuesta de promoción de la caza en los colegios de la provincia y tachan de “barbaridad” la iniciativa. Voces del sector cinegético han considerado, por el contrario, que “es necesario y conveniente”. La intención expresada por Partido Popular, Ciudadanos y Vox no ha dejado indiferente a nadie y traerá cola.
La polémica tiene su origen en la denuncia de la Federación Andaluza de Caza a principios de octubre contra el libro de texto Proyecto Zoom, de lengua castellana y literatura de la editorial Vicens Vives para alumnos de 5º de Primaria, por contener “calumnias contra la caza”. Entre las afirmaciones que incluye el manual y que indigna al colectivo se encuentran algunas como: “No practiques la cacería y conciencia a las personas que conozcas para que tampoco lo hagan. Aunque no lo creas, será de mucha ayuda y aportarás tu granito de arena” o “las acciones que pueden evitar que una especie desaparezca son las siguientes: prohibir la caza de animales, pues ha puesto en peligro muchas especies”.
Quince días después, las dos formaciones de Gobierno y su socio preferente rubricaron un acuerdo para sacar adelante los Presupuestos para 2020 que contempla, en su punto 13, “el impulso de un programa de actividades complementarias para la promoción y conocimiento de la actividad cinegética en los colegios con la Federación Andaluza de Caza, que exponga la importancia de la actividad cinegética para el mantenimiento de nuestro medio rural, la conservación de la fauna y los espacios naturales”. La Junta no ha concretado nada al respecto todavía. De hecho, este jueves, el consejero de Educación, Javier Imbroda (Cs), admitió que el proyecto “está en una fase inicial de desarrollo”, y garantizó que se contará con la colaboración de las entidades del ámbito de la caza y grupos relacionados con la protección de la fauna y la flora en “todos los pasos que se den”, para hacerlo “desde una visión constructiva, participativa y, si es posible, sin dogmatismos”. Pero Vox sí ha puesto fecha, tal y como informó Edu Siles en las páginas de Andalucía de los periódicos Viva. La formación de Santiago Abascal ha asegurado que la caza llegará a las aulas en el segundo semestre del curso.
El Pleno de la Junta de Personal Docente de la Delegación Territorial de Educación de Cádiz, formada por los sindicatos Ustea, CCOO, CSIF, ANPE, CGT, APIA y UGT, no ha esperado a que haya comunicación o se den pasos oficialmente y ha exigido la retirada inmediata de la iniciativa en una resolución aprobada el 6 de noviembre. Su presidenta, María Jesús de León, considera que “el acuerdo es escandaloso y pretende regresar al Paleolítico, pagando con dinero público este desvarío”. Se remite al texto consensuado por una abrumadora mayoría de los integrantes de la Junta de Personal, con 34 votos a favor, cinco abstenciones y cinco noes, para condenar la intención de elogiar el uso de las armas de fuego y hacer ostentación de la muerte de animales en las aulas, sin mencionar el desequilibrio que supone la caza para otras especies, el maltrato y abandono de perros. “Las prioridades son reducir la ratio de alumnos y atender a los niños y niñas con necesidades educativas especiales que están desatendidos por falta de dotación económica por parte de la Junta, no la caza”, explica.
Preguntada al respecto, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de la Provincia de Cádiz (Fedapa), Leticia Vázquez, suscribe, por su parte, las declaraciones de la confederación andaluza, alertando de los peligros y los efectos negativos de exponer al alumnado a acciones violentas como la actividad cinegética.
Gonzalo Domecq, presidente de la Asociación para la Defensa de la Perdiz Roja Autóctona (Asper) y responsable de Agasa, la sectorial de Asaja-Cádiz dedicada a la guardería rural, señala, sin embargo, que solo “conociendo desde pequeños la importancia de la caza se puede valorar su importancia”. En este sentido, subraya la importancia de esta actividad para el control de especies y minimizar su impacto en la agricultura y ganadería, su valor medioambiental y su papel como elemento de fijación de población. “Paterna, Vejer, Medina y otras muchas poblaciones viven directamente de la caza”, asegura. Cabe recordar que el anterior delegado territorial de Medio Ambiente, el socialista Federico Fernández, señalaba que el sector generaba 10,6 millones de euros al año en la provincia de Cádiz y más de 7.200 jornales. Pero el debate, con unos y otros argumentos sobre la mesa, parece estar lejos de cerrarse.
Contra la campaña de Hazte Oír
El Pleno de la Junta de Personal Docente de la Delegación Territorial de Educación de Cádiz no sólo ha cargado contra la decisión de que la caza esté presente en las aulas de los colegios de la provincia. Recientemente ha aprobado otra resolución para exigir a la Junta de Andalucía que “tome medidas para la retirada inmediata de la campaña de la organización Hazte Oír ‘Mis hijos, mi decisión’, que está distribuyendo en los centros educativos públicos y que atenta contra el camino de la inclusión y la libertad de las personas”. En el documento, lamentan que Hazte Oír “se atreva a decir que la Ley Integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales es una ley de adoctrinamiento”. Esta campaña, explican desde la Junta de Personal, discrimina “a los colectivos que no responden a su modelo de familia”.
