Los isleños se pudieron quitar el mal sabor de boca del pasado año cuando se tuvieron que suspender por el Levante.
La Feria del Carmen y de la Sal ha echado el cierre en la noche de este lunes y la madrugada del martes con el castillo de fuegos artificiales, que este año sí se ha podido celebrar a diferencia de la edición de 2017 cuando el espectáculo pirotécnico tuvo que ser suspendido por el levante.
Durante un cuarto de hora los miles de isleños han podido presenciar la marea de colores que ha iluminado durante ese periodo el caño de Sancti Petri.