Son las cuatro de las tarde y muchos sanluqueños y muchas sanluqueñas se reúnen para calebrar la llegada de la Nochebuena. Grupos de amigos y familiares se citan en el centro de la ciudad. Gorros de Papá Noel, ganas de reír, de beber, porqué no, de pasar un buen rato.
Van pasando las horas y hay una cita obligada, la cena de Nochebuena. Atrás los problemas de un año, de seguir para adelante. Pero el 24 de diciembre siempre será especial, tan especial porque sobre las 22.00 horas no se puede fallar. Hay una cita familiar, anual y donde el sentimiento de distintas generaciones se reúne. Nietos, hijos, padres, suegros, abuelos... Es lo que pasa todos los años. Y que no falte la tradición.
La Plaza del Cabildo estaba en la tarde del 24 de diciembre repleta de público. Vaya ambientazo y salvo lo que haya registrado la Policía, buen ambiente. Hormiguero de personas. La Calle Tartaneros era otro reguero. Juventud y ganas de pasarlo bien. Pasaban las horas y el cansancio se notaba. La Policía controlaba la situación frente al Mercado Provisional.
Es lo que sucede todo los años. El Patio de La Victoria era una concentración de jóvenes, como también lo eran el Barrio Alto y el Barrio Alto. Muchos miraban el reloj... El motivo era evidente. La familia es la familia y entre copa y copa hay que controlar porque afortunadamente no hay controles de alcoholemia en casa.
Un 24 de diciembre que es el preámbulo de una Navidad que se celebrará de mejor o peor manera en muchos domicilios, siempre dependiendo de la situacíón económica de muchas familias.
Y volveremos a escribir lo mismo en Nochevieja pero siempre destacando que despedimos un año, el 2014.
Muchos deseos, el de lo mejor para los demás pero que seguramente será por lo tradicional de estas fechas. Navidad debería ser todo un año porque para deseos el de muchos españoles que lo están pasando mal. Feliz Navidad.
