Antoñito, delantero del Rayo Sanluqueño, inició la temporada en el Chipiona, que milita en la Primera Andaluza, y regresó después a Sanlúcar. Se incorporó al equipo rayista, que luchaba por lograr la permanencia en la Segunda Andaluza. La competición quedó paralizada por el cierre de las instalaciones y la suspensión de las competiciones debido a que se decretó el Estado de Alarma por la expansión del coronavirus en España y en el resto del mundo. Había marcado tres goles en otros tantos partidos disputados.
El punta del equipo de la Ciudad de la Manzanilla tiene claro que “lo de no jugar es mejor. Lo primero es la salud de todos. Echo de menos jugar al fútbol. Ya hace dos meses que nos enfrentamos al Portuense en El Picacho y parece que ha pasado más tiempo”.
Como sus compañeros no quiere perder la forma física: “En casa hago lo que puedo, abdominales, cuerda... No tengo bicicleta estática ni cinta. Hay que estar en activo todo lo posible pero no es lo mismo estar en tu casa que entrenar en unas instalaciones”.
Del porqué no siguió en el Chipiona señala que “no podía compaginar el trabajo y tener que trasladarme a otra ciudad para jugar. No he tenido ningún problema, es más he dejado muchos amigos, con los que coincidí en otros equipos”.