La entrada en vigor este sábado 26 de junio del fin de la obligación de llevar mascarilla al aire libre -una liberación y un alivio para la mayoría de la población- puede provocar también mucha angustia a los que temen contagiarse de covid, así como “miedo a la cara vacía”, por lo que los psicólogos recomiendan “respetar los tiempos de cada uno” ante la relajación de las normas. En Sanlúcar ya se ha podido contemplar a las primeras personas que han dejado de utilizarlas.
Así lo ha manifestado en una entrevista a Efe la psicóloga Raquel Huéscar, en la que ha precisado que “dejar ir las mascarillas simboliza el acercamiento a lo presencial, al contacto de nuevo con los otros, a cierta sensación de libertad” tras las restricciones impuestas por la pandemia y habrá parte de la población que no esté preparada en este momento y necesitará más tiempo.
“No poder o no querer hacerlo ahora no quiere decir que más adelante se pueda”, ha puntualizado la representante del Colegio Oficial de Psicólogos, quien insiste en que es necesario dejar pasar un tiempo para el cambio y para volver a sentirnos seguros sin ella.
En este sentido, se refiere a la sensación de la “cara vacía”, que aunque rechaza que tenga que ser una patología, si cree que se puede producir al dejar de usar una protección que oculta parte del rostro y de la expresión.
“Ciertas relaciones personales se han establecido en este tiempo con personas a las que nunca hemos visto la cara, por lo que imaginamos como es su rostro. Incluso en este curso muchos niños no han podido conocer el rostro de los profesores, ni estos de sus alumnos”, detalla.
Por ello, advierte de que será necesario un tiempo de adaptación para el cambio, para dejar ir la mascarilla y volver a sentirnos seguros sin ella, e insiste en que “la rapidez de la adaptación dependerá de ciertas características de personalidad (más o menos flexibles o rígidos con las normas...) y por supuesto de nuestra propia experiencia en este tiempo”.
Seguir con las mascarillas
Continuar o no con la mascarilla puesta en los espacios al aire libre -siempre y cuando se respete la distancia interpersonal de seguridad- dependerá de cada uno, según señaló el pasado lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
“Si alguien quiere seguir llevando la mascarilla, bienvenido sea", porque la retirada del cubrebocas “no quiere decir que te la tengas que quitar: si se siente que hay demasiada gente a su alrededor, se pone tranquilamente la mascarilla y no pasa nada”.
De hecho, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, explicó que la mascarilla en exteriores no será obligatoria “siempre y cuando se respete una distancia de seguridad de metro y medio”, pero que habrá que llevarla a mano por si no se dan esas condiciones, según explicó al término de la reunión del Consejo Interterritorial de Salud el pasado miércoles.
Según un estudio publicado por la consultoría Ipsos, uno de cada cinco entrevistados seguirá usando la mascarilla en espacios abiertos hasta que no se alcance la inmunidad de grupo en España.
Una retirada parcial de la mascarilla que rechazan el 26 % de los entrevistados, mientras que el 38 % considera que es una decisión precipitada y un 23 % no se siente ni cómodo ni seguro sin llevar el cubrebocas.
La salud mental en pandemia La demanda de atención psicológica desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020 no ha dejado de crecer.
Según un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado en febrero de 2021, el 6,4 % de la población ha necesitado tratamiento psicológico o psiquiátrico tras el inicio de la pandemia por algún síntoma relativo a la salud mental, siendo el mayor porcentaje por ansiedad (43,7 %) y depresión (35,5 %).
Médicos y enfermeras Sindicatos, asociaciones y sociedades médicas muestran prudencia y reticencias ante la retirada parcial de las mascarillas en espacios abiertos desde este sábado 26 de junio.
El Sindicato de enfermería y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos piden responsabilidad ciudadana ante la rebaja de las normativas de restricción contra la covid-19, la retirada de la mascarilla al aire libre y la reapertura del ocio nocturno.
En declaraciones a Efe, SATSE manifiesta su preocupación ante la retirada del cubrebocas en espacios abiertos. Reconocen que se elaboró una normativa "muy restrictiva" y que ahora es "lógico" que en ciertos espacios abiertos y situaciones la mascarilla ya no sea necesaria.
Pero los enfermeros insisten en “extremar” el respeto a la distancia de seguridad, más si cabe con la reapertura parcial del ocio nocturno, del que dicen “los dueños no pueden ir detrás de cada persona, por eso es necesaria la responsabilidad de cada uno”.
Desde SATSE destacan el factor de la vacunación como “fundamental” a la hora de haber tomado esta serie de medidas pero advierte de que “la enfermedad no se ha acabado y de que aún hay un alto porcentaje de población que no ha recibido ninguna dosis”, en referencia a los grupos etarios 20 a 29 años y de 30 a 39 años, principales clientes.
Además, el sindicato alerta sobre el aumento constante de la presencia de la variante delta en España y destacan que debemos extremar las medidas “para no dar pasos atrás".
Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, considera “precoz” la eliminación de la mascarilla en espacios al aire libre, porque todavía hay una parte importante de la población sin la pauta completa de la vacuna y la variante india está “al acecho”, subraya en una conversación telefónica con Efe.
Además, otro colectivo médico que se ha manifestado prudente es el de los vacunólogos, que detallan que “todavía es muy pronto para plantearnos el hecho de que la suspensión del uso de la mascarilla pueda generalizarse”, según el vocal de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Luis Ignacio Martínez Alcorta.
“Si estamos en un espacio abierto hacinados con otras personas no convivientes, el riesgo de contagio puede existir aunque sea menor que en un espacio cerrado", añade.
Volver al dentista
Con la campaña de vacunación a pleno rendimiento y el anuncio de la retirada de las mascarillas al aire libre a partir de este fin de semana, son muchos los que demandan una mejoría de su salud dental ante el destape de nuestra boca.
Después de meses con el uso obligatorio del cubrebocas en los lugares públicos, los dentistas están notando un aumento considerable en la demanda de tratamientos bucodentales, tales como blanqueamientos, carillas y microcarillas dentales.
También son numerosas las consultas a los especialistas de ortodoncia. La pandemia ha provocado un mayor número de pacientes que precisan de mejoras en la estructura mandibular o padecen de bruxismo -apretar o rechinar los dientes- a causa del estrés vivido en estos meses y que puede derivar en problemas dentales o mandibulares.