El dragado demagógico

Publicado: 10/04/2013
Regantes y arroceros critican duramente la licitación de la Autoridad Portuaria y el apoyo que realiza la Plataforma
La licitación del proyecto de dragado en profundida el 16 de abril por la Autoridad Portuaria de Sevilla ha abierto la caja de pandora del Guadalquivir. Pese al apoyo que la Plataforma Sevilla por su puerto está consiguiendo, han sido regantes y arroceros los que han levantado la voz: la obra sería ilegal, una huida hacia adelante tras gastar dinero público en una esclusa inútil y una demagogia dar cifras de empleo “que no soporta ni el papel”.

La Federación de Arroceros de Sevilla y la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía Feragua se han unido para mostrar su más que rotundo rechazo al dragado que pretende licitar el Puerto: “será el concurso de una obra ilegal y sin otro viso de futuro que el de una cascada de recursos”, aseguran, para recordar que antes hay que licitar las obras para salvar los problemas medioambientales y de salinidad del río que este proyecto genera.

Tanto Julián Borja (regantes) como Margarita Bustamante (Feragua) dejan claro que no están en contra del dragado sino “de su ejecución inmediata y sin garantías”, apuntando que lo “lógico” es que se diseñaran antes las medidas compensatorias que causaría el proyecto en el medioambiente y en los usuarios de la cuenca.

Se muestran convencidos de que el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, con quien dicen haber hablado, “no avalará ni consentirá ningún proyecto” que no sea impecable con el medioambiente y los afectados, posición que esperan que mantenga la Junta, que hasta ahora ha seguido el criterio de los expertos.

Esclusa sin utilidad
Para ambas asociaciones, el Puerto y la Plataforma están haciendo “demagogia” con un proyecto que puede llegar “a un callejón sin salida”, señalando que es una “huida hacia adelante a la desesperada” para justificar “una esclusa en la que se arriesgó mucho dinero público de forma irresponsable y que nunca debió hacerse sin tener clara utilidad”.

Especialmente contundentes se muestran al hablar de las cifras de empleo y negocio, “que no se sostienen ni en el papel”, recordando que decían que la nueva esclusa traería 15.000 nuevos empleos y ahora hay 14.000 parados más o el tráfico de mercancías está 730.000 toneladas menos que el mejor año, 2006, cuando fueron 5,34 millones las toneladas que pasaron pero por un puerto que no tenía la nueva esclusa.

Arroceros y regantes apuntan que los empleos que “verdaderamente están en juego” son los 128.000 del sector agroalimentario de la cuenca del Guadalquivir, especialmente el arroz, por el “impacto brutal” que tendría. Y sólo dan cifras de los empleos directos, pero recuerdan su afección al sector de la pesca y a la industria vinculada agroalimentaria.

Según Bustamante, “es una frivolidad” que se hable de que está en juego el futuro económico cuando lo que se pone en riesgo con un dragado sin garantías y que no resuelve los problemas actuales es “lo que tenemos y es sólido, por lo que ahora mismo sólo es humo”.

Sí que anuncian la presentación de un manifiesto por un dragado “responsable y sostenible” que consideran tendrá un amplio respaldo y “servirá para desmontar la falacia de que existe un clamor popular” para hacer el dragado “de forma automática”.

Alcalde sin temblique
Por su parte, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, insistió en apoyar a la Plataforma Sevilla por su puerto y apuntó que “no me temblará la mano a la hora de exigir al Estado y a la Junta de Andalucía que se pongan de acuerdo y empiecen cuanto antes las medidas correctoras para sacar adelante este proyecto importante para la vida social y económica de Sevilla”.

Así, ha apostado por el desarrollo tanto del dragado como de la zona franca para potenciar el río en todos sus aspectos, con proyectos desde la cultura, el arte y el desarrollo empresarial y deportivo, insistiendo en que un mayor calado permitiría además la entrada de mayores buques de carga y de pasajeros. Zoido insiste en que hay que tomar “todas las medidas tendentes a paliar los efectos” en la zona protegida de Doñana y en cultivos como el del arroz.

El marzo más lluvioso desde 1947 deja la cuenca al 95 por ciento

Los embalses de la cuenca del Guadalquivir almacenan actualmente un total de 7.701 hectómetros cúbicos, lo que les hace situarse al 95% de su capacidad después de haber vivido el mes de marzo más lluvioso desde el año 1940, gracias a una media de precipitaciones “cuatro veces superior” a la media histórica registrada y que ha incrementado en 607 hectómetros cúbicos el agua embalsada en estos pantanos.

Estos datos se desprenden del informe pluviométrico que elabora mensualmente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la cual destaca en una nota que los pantanos de la comunidad, tras los desembalses de febrero, están en una situación de “máximos históricos” de agua embalsada.

En concreto, acumulan en estos momentos casi 4.000 hectómetros cúbicos más que el día 1 del pasado octubre, fecha de inicio del año hidrológico, tras haber recibido una cantidad de agua que “triplica” la aportación media histórica de los seis primeros meses del ejercicio. Con una media de 190 litros de agua por metro cuadrado, marzo ha superado al mismo mes de 1947, que hasta ahora, con una media 30 litros inferior, era el marzo más lluvioso desde que existen registros oficiales.

La estación ubicada en Siles (Jaén) ha registrado hasta 474 litros por metro cuadrado, mientras que en la inmensa mayoría del territorio de la cuenca se han anotado valores superiores a los 125 litros por metro cuadrado, según la CHG, que ha destacado “muy especialmente” los casos de Sierra Morena, Sierra Mágina y la Sierra de Cazorla y Segura, donde “se han superado los 200 litros por metro cuadrado”.

Además, la cantidad de precipitaciones registradas de media en la cuenca -190 litros por metro cuadrado- es “un 416%” superior a la media histórica establecida en los meses de marzo, que se sitúa en los 46 litros por metro cuadrado.

Por otro lado, las lluvias medias acumuladas desde el inicio del año hidrológico 2012/13 alcanzan ya los 608 litros por metro cuadrado, una cifra que es un 61% superior a la media histórica de los últimos 34 años, que se fija en 378 litros por metro cuadrado.

 

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