El comité de empresa de Vectrus, la empresa gestora de los servicios civiles de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, ha reclamado que la revisión del convenio firmado entre España y EEUU para el uso la base, al objeto de que la misma opere como cuartel permanente de la fuerza estadounidense de intervención en África, implique "estabilidad" para la plantilla, incremento en las contrataciones y la readmisión de los no pocos empleados despedidos.
José Armando Rodríguez (UGT), presidente del comité de empresa de la sociedad gestora de los servicios civiles de la base aérea, ha dicho a Europa Press que los trabajadores, que han sufrido tres expedientes de regulación de empleo (ERE) en los últimos años, han acogido "con frustración y descontento" la noticia de la llegada a Madrid del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.
Y es que de dicha noticia se desprende que después de "trabajar muy bien" con el Ministerio de Defensa para arrancar mejoras laborales a Estados Unidos, el Gobierno central del popular Mariano Rajoy habría trasladado el asunto de la base de Morón al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, dirigido por José Manuel García-Margallo. De hecho, será García-Margallo quien acompañe a Rajoy en la recepción oficial a Kerry.
LA PLANTILLA RECLAMA MEJORAS
En ese sentido, José Armando Rodríguez ha avisado de que los trabajadores rechazarán el protocolo de enmienda al convenio de Defensa entre España y EEUU que regula la presencia estadounidense en la base, en el caso de que no recoja los "avances" cosechados con el Ministerio de Defensa en cuanto a peticiones a Estados Unidos para que su incremento de presencia militar derive en contraprestaciones en materia de empleo.
La plantilla, en ese sentido, reclama principalmente la readmisión de los trabajadores despedidos y la "equiparación" de las condiciones de la plantilla con las de los trabajadores de la base aeronaval de Rota (Cádiz) y del resto de bases estadounidenses en Europa, lo que implicaría su transformación en "personal laboral local".
Y es que la plantilla española de la base de Morón ha sufrido 240 despidos en los tres expedientes de regulación de empleo (ERE) consumados por Vinnell-Brown & Root Spain, la empresa antecesora de Vectrus en la gestión de los servicios civiles del recinto militar. La riada de despidos, por cierto, ha sido paralela al crecimiento de la presencia militar estadounidense en la base y por tanto a una mayor actividad castrense.
Porque la representación sindical de la plantilla avisa desde hace ya años de una estrategia predeterminada de sustituir paulatinamente a los trabajadores españoles por personal estadounidense o directamente por militares.
La plantilla, en ese sentido, ha impugnado ante la Justicia los ERE acometidos en 2013 y 2014 por VBR y hasta el momento, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha declarado no ajustado a derecho el despido colectivo de 2013, si bien tal aspecto no anula sus 66 despidos y sólo implica mayores indemnizaciones para los trabajadores afectados. El Alto Tribunal andaluz, de cualquier manera, prevé celebrar el 18 de junio el juicio correspondiente a la impugnación del ERE de 2014, que supuso otros 55 despidos.