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Sevilla

Manuel Jesús Roldán publica “La Semana Santa de la Transición”

Lo primero que sorprende del libro es la aportación gráfica, casi dos centenares de imágenes a cuál más bella por sus contenidos que por sus formas

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  • Portada del libro -

Con lo difícil que es, por no decir imposible, encontrar un tema nuevo en la Semana Santa de Sevilla que no esté ya impreso, Manuel Jesús Roldán nos sorprende con un ensayo sobre la “Semana Santa de la Transición”, que ha debido ser para el autor una tarea ardua, minuciosa, imaginativa, solo apta para observadores serenos y muy conocedores de las entretelas de nuestra Semana Mayor. Porque lo fácil era caer en los tópicos conocidos y nada más lejos de las realidades sociológicas que nos recrea esta obra magnífica y que aporta a los cofrades nuevos veneros temáticos. Contribuye al éxito la apuesta de El Paseo Editorial, que dirige con mano firme y experimentada el ya veterano editor David González Romero.

Lo primero que sorprende del libro es la aportación gráfica, casi dos centenares de imágenes a cuál más bella por sus contenidos que por sus formas, que es la base de un documental sin precedentes y que deja rastros en el lector. Rastros de incredulidad… Rastros de explicaciones razonables al aparato social que despierta en la Primavera sevillana la Semana Santa, que lo impregna todo de unos sentimientos únicos, inexplicables para el foráneo y esenciales para el sevillano… Rastros de esperanzas en la perseverancia de las Cofradías, sin duda alguna, el hecho sociológico más trascendente de la sociedad sevillana, le pese a quien le pese… Rastros de humanismo hispalense con raíces que fueron creciendo en el Cristianismo patrio desde la protohistoria hasta explotar después de la Reconquista. Sí, porque las Cofradías son la quinta esencia de la idiosincrasia sevillana, una idiosincrasia dual, única, que se refleja precisamente en casi todas las imágenes que nos recupera Manuel Jesús Roldán con exquisito tacto. 

Durante el siglo XX, para centrar las autorías en personajes recientes y reconocidos por sus valores intelectuales, se han registrado críticas muy bien construidas, razonadas, no solo por parte de heterodoxos, sino de algunos creyentes rayanos en el fundamentalismo católico. Han pasado desapercibidos los juicios negativos del profesor Francisco Elías de Tejada (Las Españas, Ediciones Ambos Mundos, 1948), y se han magnificado los de Eugenio Noel (Semana Santa en Sevilla, 1916, y Universidad de Sevilla, 1991). Como libro prohibido por la Iglesia ha pasado desapercibido hasta que los profesores Jorge Jiménez Barriento y Manuel José Gómez Lara, lo han recuperado y desmitificado.  

La obra del profesor Elías de Tejada, por el contrario, ni ha sido desmitificada ni aceptada, por la sencilla razón de que ha sido ignorada. Dentro de los ensayos teóricamente críticos, hay dos obras básicas a tener en cuenta, como son la recuperada Semana Santa: teoría y realidad, Antonio Núñez de Herrera (1934, Mediodía, y 1981, Repiso), y la obra antropológica del profesor Isidoro Moreno Navarro, La Semana Santa de Sevilla, conformación, mixtificación y significaciones (Ayuntamiento de Sevilla, 1982-1999).            

Todas estas obras, aunque con matices críticos, coinciden en lo esencial de que hábitat y grupos humanos meridionales magnifican los aspectos naturales y cómo la visualización de la luminosidad del enclave da carácter a la religiosidad popular, que entra por los ojos. Pero debe matizarse que no dejan de valorar el fenómeno espiritual sui géneris como efecto de la especial idiosincrasia andaluza, ni de aceptar sus raíces paganas, en sus variantes sensoriales y primaverales. Lo curioso es que tanto Noel como Núñez de Herrera pueden ser hoy valorados como paradigmas de la interpretación según Sevilla de la Semana Santa. Ahora debemos añadir a Manuel Jesús Roldán.

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