El portavoz parlamentario de Ciudadanos (Cs), Sergio Romero, se ha mostrado convencido de que el candidato que designe el Consejo General de su partido para que sea el representante de la fuerza naranja para la capital hispalense en las próximas elecciones municipales será "el más adecuado".
Así se ha pronunciado Romero, a preguntas de los periodistas en rueda de prensa, después de que la dirección de Cs haya comunicado al portavoz de la formación naranja en el Ayuntamiento de Sevilla y en la Diputación provincial, Javier Millán, que no repetirá como candidato a la Alcaldía hispalense de cara a la cita con las urnas del próximo 26 de mayo.
Al respecto, el portavoz regional ha dicho que desconoce quién será el candidato que nombre el Consejo General de Cs, pero que corresponde a este órgano hacerlo pues en las localidades que no cuenten con al menos 400 afiliados con un mínimo de seis meses de antigüedad y que estén al día en los pagos, no se celebrarán primarias, según se recoge en los estatutos del partido.
Romero ha expresado, en este sentido, que en Ciudadanos Andalucía están convencidos de que la dirección escogerá como candidatos a personas que harán "un gran trabajo y tomen mejores decisiones".
En el caso del candidato por Sevilla, a mediados de diciembre del año pasado, Millán indicaba que serían las elecciones primarias las que resolviesen quién lidera la candidatura de Cs a la Alcaldía de Sevilla de cara a las municipales, opinando que "lo lógico sería continuar con el trabajo desarrollado durante el mandato" actual, pero precisando que adoptaría "en su momento" la "decisión" personal sobre si concurrir o no a dicho procedimiento teniendo en cuenta "por encima de todo el bienestar" de su familia.
Y es que denunciaba que estaba siendo objeto de una "cacería política, un acoso y derribo" por su testimonio en el juicio celebrado por la Audiencia de Sevilla por el procedimiento específico mediante el cual la Junta de Andalucía destinó fondos públicos a incentivar expedientes de regulación de empleo (ERE) marcados por irregularidades e ilegalidades y ayudas directas y supuestamente arbitrarias a empresas.
Así, avisaba de que estaba siendo víctima de "denuncias falsas de hechos inventados que han sido doblemente archivados por la Fiscalía y los juzgados", pero que habrían sido "amplificadas con un altavoz privilegiado", toda vez que previamente había trascendido la grabación de una conversación de 2017 en la que exponía sus diferencias con la diputada nacional de la formación naranja Virginia Salmerón y consideraba que Cs se estaba transformando "en una pandilla de amigos".
No obstante, Millán había alegado que se trataba de una "conversación privada sacada de contexto", pidiendo eso sí "disculpas" públicas a quien se hubiese "sentido herido o vulnerado" por el contenido de la grabación.
Posteriormente, negaba que hubiese despedido a una secretaria del Grupo de Cs en la Diputación que acababa de dar a luz para contratar a otra persona en su lugar, detallando que los grupos políticos tienen limitado el número de trabajadores eventuales con los que cuentan y "para poder suplir" a esta empleada durante su ausencia por haber dado a luz "era necesario cesarla y que tomase posesión otra persona", y agregando que el documento inicial relativo a su cese fue finalmente anulado.
Frente a la salida a la opinión pública de aspectos como los descritos, extremo que Millán encuadraba en la supuesta "operación" orquestada en su contra, el portavoz municipal de Cs aseguraba que contaba con el "respaldo y reconocimiento expreso y personal de la dirección" de Ciudadanos y del "apoyo mayoritario de los afiliados", agregando que Ciudadanos conforma un "grupo unido" en Sevilla.
