El
proyecto de obra para las Atarazanas propuesto por
Guillermo Vázquez Consuegra vuelve a toparse con objeciones por parte de la Asociación en Defensa del Patrimonio,
Adepa. Cinco
“incumplimientos” con respecto a los
acuerdos firmados en 2017 y 2018 entre Adepa, La Caixa, entidad promotora del proyecto, y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
“
No aceptamos negociar nuevos acuerdos. No estamos pidiendo nada nuevo. Son innegociables a no ser que nos demuestren técnicamente que no puede hacerse”. Quien así se pronuncia es
Joaquín Egea, presidente de Adepa, que, aunque
no quiere ni oír hablar de tener que volver a los tribunales (donde ya consiguió que se paralizara un primer proyecto de intervención), sí que insiste en que
la firma de la asociación no quedará estampada en ningún proyecto que no recoja estas cinco objeciones que ha hecho llegar la asociación esta misma mañana vía escrito a la directora general de Bienes Culturales, María del Mar Sánchez Estrella.
El primero de los “incumplimientos” detectados por Adepa es el relacionado con los
muros de contención. “Uno de los principales objetivos de la intervención restauradora es la de recuperar la escala original de los astilleros, para lo que se considera fundamental visibilizar en su integridad los elementos arquitectónicos que la definen: pilastras y bóvedas”. “Aunque entendemos –recoge el escrito al que ha tenido acceso este periódico- la dificultad en hacerlo en la medianera no encontramos razón para que no se lleve a cabo en las pilastras interiores”.
Adepa también se muestra contrariada por el hecho de que el proyecto presentado a la Comisión de Patrimonio vuelva a insistir en lo que considera un error:
la entrada a las Atarazanas. Para la asociación, el
acceso principal debe ser por la calle Temprado y secundario, por la calle Dos de Mayo. “El proyecto apenas se ha modificado en este sentido, manteniendo el vestíbulo general y los núcleos verticales en las inmediaciones de la calle Dos de Mayo, mientras que por la calle Temprado se accede a través de un patio de maniobras y junto a los aseos y los locales técnicos”. “
Se incumple el acuerdo citado (diciembre de 2018) y debe ser modificado”, puntualiza el informe realizado por Adepa.
En relación también a los accesos, el tercer incumplimiento detectado por los conservacionistas está de nuevo en la
apertura en la calle Dos de Mayo. Aquí, el proyecto de Vázquez Consuegra apuesta por
cuatro arcadas. Aludiendo al acuerdo de las tres partes firmado en diciembre de 2018, Adepa insiste en que esas arcadas
deben reducirse a dos.
Por último, la entidad lamenta que no se detalle cómo se hará el
mantenimiento de la sala de mandos del edificio y la ausencia de concreción sobre el
mantenimiento de cristaleras, raíles y cerámicas en planta baja, recogido en el acuerdo de diciembre de 2017.
“No quiero dramatizar, pero estamos expectantes y confiamos en que estos pequeños cambios sean atendidos”, ha explicitado Joaquín Egea, que asegura que la Consejería de Cultura “está de acuerdo con que se incluyan estos puntos”.