Si me dieron un euro por cada opinador que dice que sabe más de Podemos que yo mismo, en estos momentos tendría capital para fundar un medio de prensa independiente y objetivo. Cada poco sale un Maestre, un Bernabé, un Rubén que aseguran que tal suceso oculta una maniobra que implica otra cosa. Cuando dicen algo así, existe un 99% de que estén rajando de Podemos, pintándolo como una especie de logia siniestra capaz de sacrificar el bien del país por colocar a uno de los suyos en el último banco de una comisión por la que se cobren 300 pavos por asistencia. No falla.
Si a estos opinadores les preguntas por qué dicen lo que dicen, siempre responden que les viene de fuente de la máxima confianza dentro de Podemos. Es lo normal, ¿sabes? Tenemos unas cuantas personas en la organización que no tienen ningún motivo personal, solo afán de justicia, para, en vez de hablar en público, darle información privilegiada a los opinadores cuyas consecuencias parecen apuntar al mayor desprestigio de Podemos. Si te ofreces para que contrasten esa información, por supuesto, te van a ignorar. La moda en estos momentos la marca la idea de que todo lo que hacemos es para joder el Frente Amplio de Yolanda Díaz. Si hacemos primarias, queremos dejar mal a las otras fuerzas políticas del Frente Amplio de Yolanda Díaz. Si presentamos un candidato, estamos compitiendo con el candidato de Yolanda Díaz. Si nos pegan una patada en los huevos, nos hemos tirado al suelo para que la gente hable mal del proyecto de Yolanda Díaz. Si Yolanda Díaz se opone a alguna postura del gobierno, bien hecho. Si se opone Podemos, y Yolanda Díaz no, estamos intentando hacerle sombra al Frente Amplio de Yolanda Díaz. Todo lo que haga Podemos debe estar al servicio de Yolanda Díaz para que no se nos consideren unos saboteadores. Que digo yo que, si esto va a ser así siempre, lo lógico es pedirle a Yolanda Díaz que se presente a las primarias de Podemos. Y al final la están enmarronando a ella, cuando aquí solo queremos currar juntos, pero seguir siendo Podemos. Si IU nos pide todos los puestos con posibilidad de entrar en el parlamento, eso está bien. Si negocias para hacer una contraoferta, te estás oponiendo al Frente Amplio. El Frente Amplio es el nuevo Gran Hermano para cualquiera que quiera usarlo, sobre todo para quienes nunca van a formar parte de él; opinadores que quieren influir en Podemos sin pagar cuota. Podemos es de todos, pero tu pluma es tuya, ¿verdad, chulo? Ya.
También puede que se lo estén inventando, claro. O puede que vayan a tiro hecho y piensen, «¿A quién conozco yo que esté resentido con el puesto que tiene dentro de Podemos?» Puede que solo les gusten las filtraciones sobre Podemos de quienes ni pinchan ni cortan en Podemos, o que pertenecen, por ejemplo, a Izquierda Unida, y, en vez de contrastar, se vayan directo a Twitter. El problema es que cuando se meten en Twitter no son periodistas y, de un tiempo a esta parte, cuando escriben en un medio, tampoco. Escriben columnas de opinión, como yo, pero yo, por lo menos, no tengo la poca de vergüenza de hacer pasar mis opiniones por noticias, ni de inventarme cualquier cosa sobre otro partido y decir que viene de una fuente de la máxima confianza. Pues os doy una noticia: después de que hubiésemos llegado a un acuerdo, con la última propuesta en la mano, IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz inscribieron la confluencia dejando fuera a Podemos y Alianza Verde. No hace falta que lo contrastéis con ninguna fuente; es algo público, como espero que sean vuestras disculpas.
