En ocasiones, un cambio radical de ambiente es la mejor decisión para darle un nuevo impulso a la vida, es una de las mejores maneras de respirar aire nuevo que permita tener un estilo diferente y despierte nuevas expectativas. Desde luego, esto no significa que siempre deba ser traumático el hecho de empaquetar todas las experiencias vividas en cajas y trasladarlas a un nuevo hogar.
Sin embargo, no todo es tan color de rosa si en medio del proceso hay niños. Para ellos incluso mudarse a pocas calles de diferencia puede ser un camino radical. Es por eso que a continuación verás algunas ideas para hacer esta experiencia lo menos traumática posible para los pequeños de la casa.
La mudanza es toda una experiencia
Tomar la decisión de mudarse, no es como cuando escoges entre un vaquero o una falda, o entre un libro de ficción o una biografía. Este paso requiere de mucha más preparación, de concilio entre la familia, sobre todo si de por medio existen niños. Si normalmente hacer cambios de residencia por una pequeña temporada puede ser una odisea, las
mudanzas nacionales pueden ser aún más complicadas y traumatizar su pequeño mundo. Por eso lo ideal es que hagas de este proceso una experiencia lo más tranquila posible.
El hecho de cambiar de amigos, de ambiente e incluso de escuela, puede significar un fuerte golpe para los peques, que se puede ver reflejado en pesadillas constantes posteriores a darles la información, resistencia al cambio, malhumor e incluso no quieran comer. Pero siempre existen formas de llevar con ellos este proceso de manera tranquila y con el menor daño posible.
Normalmente, mudarse suele ser para el adulto una experiencia bastante estresante. El hecho de recoger todas las pertenencias, que todo esté en su sitio, cumplir con las fechas y al mismo tiempo procurar continuar con las actividades habituales, hace que se sienta un ambiente tenso en el hogar y hasta puedan surgir discusiones entre los adultos, algo que los más pequeños observan, provoca un aumento de su estrés y acaben reaccionando de manera negativa.
Siempre ser sinceros con los niños
Creer que por ser pequeños, ellos no entienden o no son capaces de sentir estrés alguno, es un grave error. Por eso mientras buscas las mejores opciones de
mudanzas baratas Madrid, debes al mismo tiempo ir explicándoles a los niños el nuevo cambio que viene para el grupo familiar, ya sea una mudanza a pocas manzanas, al otro lado de la ciudad, a otra provincia e incluso otro país.
Lo mejor es que vayas detallando de manera sencilla cada uno de los pasos que deberá seguir la familia. Decirles siempre la verdad, las razones, a dónde irán y qué tan lejos o cerca quedará de su vida habitual. Con esto evitarás que ellos se aferren a falsas expectativas.
Nunca se les debe tratar de engañar, ya que sus frágiles sentimientos pueden sufrir un trauma posterior que será difícil de borrar. No es decirles que van de vacaciones para que luego descubran que nunca más vuelven a su vida habitual, o convencerles de que a diario podrán visitar a sus amigos, cuando esto es falso. Nunca se les deben crear ilusiones que no se cumplirán.
Convertir la mudanza en una tarea de todos
Integrarlos siempre en cada una de las actividades en las cuales se puedan sentir afectados es lo más recomendable para que eviten tener traumas. En el caso de una mudanza, esta teoría debe seguir siendo aplicada, así solo se trate de una
mudanzas Barcelona. De igual manera, incluir a los niños en todo el proceso puede ser muy beneficioso.
Si el pequeño siente que es tenido en cuenta, que su opinión vale y que dentro del proceso de mudanza tiene un papel importante, estará mucho más dispuesto a colaborar por un fin común.
Por muy estresante que pueda ser el proceso, es importante que siempre procures hacerlo un trabajo en equipo, lleno de buenas energías y alegría. Por cualquiera que sea la causa del cambio de vida, los niños sufrirán menos si sienten un ambiente de alegría y felicidad a su alrededor. Si ven a sus padres felices y entusiasmados, entenderán que todo irá mejor.
Entre juegos y canciones, empaquetar las pertenencias puede ser más divertido. Ten la costumbre de compartir con ellos la experiencia después de la jornada de trabajo. Haz de este cambio un evento en el cual participen familiares y amigos que se vean felices, y todo será más fluido.
Siempre un cambio trae consigo resistencia y estrés, sobre todo para los más pequeños, por lo que es importante que te pongas en sus zapatos y puedas entender lo que una mudanza podría significar en sus tiernas mentes.