Ha detenido a los cinco integrantes de una banda a los que se les imputa el robo de más de 39 vehículos híbridos en España
La Guardia Civil ha detenido a los cinco integrantes de una banda a los que se les imputa el robo de más de 39 vehículos híbridos en España, valorados en más de tres millones de euros, para venderlos en Europa y África.
En la denominada operación Tolex han sido arrestados cinco hombres, de nacionalidad española, búlgara y marroquí, acusados de pertenencia a grupo criminal, robo de vehículos, falsificación de documentos y receptación, informa el instituto armado.
La investigación comenzó con el fin de las restricciones a la movilidad del primer estado de alarma ya que se denunció un aumento considerable de robos de vehículos híbridos en España, con un patrón bastante característico en gran parte de los mismos.
Agentes de la Sección de Delincuencia Organizada del Automóvil de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detectaron la existencia de esta banda internacional que sustraía los vehículos, todos ellos robados en diferentes distritos y localidades de la Comunidad de Madrid y que los ladrones buscaban modelos específicos.
Los arrestados elegían los vehículos y realizaban un estrecho seguimiento para obtener información de las rutinas de sus propietarios, domicilios y lugares de estacionamiento, llegando incluso a sustraerlos a plena luz del día en el interior de garajes comunitarios.
Con un software desarrollado por piratas informáticos para burlar los sistemas de seguridad instalados por el fabricante en cada modelo concreto, los ladrones accedían al interior del vehículo en menos de veinte segundos sin efectuar forzamiento alguno y sin hacer saltar el sistema de alarma.
Una vez en el interior se conectaban a la unidad de control electrónico del vehículo obteniendo una codificación de la llave con las mismas características que la original.
Posteriormente trasladaban los coches a zonas comerciales o de ocio con gran número de plazas de aparcamiento para pasar desapercibidos, donde cambiaban las matriculas y, transcurrido un tiempo prudencial, los llevaban a lugares seguros en donde preparaban toda la documentación falsificada.
La organización utilizaba camiones góndola desde Bulgaria a España para realizar el traslado y venderlos a su regreso a ese país. Con este método podían sacar hasta siete vehículos en un solo trayecto.
También movían los coches a diferentes puertos de la costa atlántica, desde donde embarcaban hacia distintos puntos del continente africano.
La operación ha contado con la colaboración de la Oficina de Lucha Contra la Criminalidad Itinerante de la Gendarmería francesa, la coordinación de Europol y el apoyo de diversas unidades de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.