Las previsiones de lluvia no impidieron la salida de Nuestro Señor Orando en el Huerto y María Santísima Consuelo de las Tristezas, que presenciaron cientos de rondeños en la tarde noche del Lunes Santo.
Al igual que en su último desfile procesional, el de 2019, volvieron a vivirse momentos muy emotivos como el Padre Nuestro musicalizado a cargo de Ainhoa Pérez en el interior de la Iglesia de Santa Cecilia, o los sones de Caridad de Guadalquivir a la salida del paso de palio por parte de la Banda de Música Arunda. La intensidad de las precipitaciones obligó a la cofradía a acortar su itinerario tras su paso por Carrera Oficial, para adelantar la llegada a su templo.
Un recorrido más breve de los esperado por las circunstancias meteorológicas en el que se estrenó la restauración de las varas del paso de palio, en cuya candelería pudo observarse un guiño en homenaje a las víctimas de la guerra en Ucrania, con dos velas con los colores de la bandera de aquel país.
“Comunicamos que nada ha sufrido daño alguno, ningún titular o enser de la hermandad, por la lluvia, que en algún momento fue más intensa de lo esperado por las previsiones que manejábamos, y al final el tiempo permitió que la recogida fuese magnífica”, sostuvo el Hermano Mayor Francisco Pérez.
Francisco Pérez, Hermano Mayor de la Hermandad de Nuestro Señor Orando en el Huerto:
Después de dos años sin realizar Estación de Penitencia por nuestras calles, se presenta complicado el volver a retomar todo lo anterior, en casi todos los aspectos, desciende el número de nazarenos y de costaleros, ya que en dos años la situación de las personas es diferente, muchos jóvenes ya están estudiando fuera de nuestra ciudad y otros por problemas de salud no continúan perteneciendo a las cuadrillas de costaleros.
El tema económico se ha visto mermado al no poder realizar eventos por los cuales se nutre la hermandad para poder afrontar los gastos de cara al Lunes Santo, independientemente de los gastos ordinarios que la hermandad debe afrontar, letra de casa Hermandad, I.B.I, Luz, etc.
Pero lo que no nos falta es ilusión y ganas de trabajar para que todo vuelva a la situación anterior a la Pandemia, y recuperemos la implicación de todos los Hermanos, para que la hermandad siga adelante pudiendo completar sus proyectos y realizando las labores de caridad para con los demás.
En nuestro caso vamos a poder procesionar con los pasos habituales de cada Lunes Santo, muy justillos, con pocos relevos, esperando que en los próximos años la juventud sienta que se deben mantener las tradiciones que continúen perteneciendo a las hermandades y fomentando la fe cristiana, transmitiendo este legado a nuestros jóvenes y niños, solo así continuarán la Hermandades en el futuro.
Deseosos de que un nuevo Lunes Santo llegue, esperamos ansiosos a que se abran las puertas de Santa Cecilia y se vuelva a repetir el milagro para que un año más esta hermandad dé testimonio por las calles de nuestra ciudad de nuestra creencia, anunciando la buena nueva de que rememoramos, la pasión muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, que tanta falta nos hace en estos momentos de incertidumbre, guerra y desesperación, necesitamos de Dios y de su presencia, Él nos llenará el alma y sabrá saciarnos.
