La razón aducida por la Academia para no premiarlos es que “los niños que ganaban un Goya pasaban a ser miembros activos de la Academia, lo que implica circunstancias legales no exigibles a un menor”, explica en la red social.
Precisamente, en la 25 edición de los Goya, Francesc Colomer, nacido en 1997, y Marina Comas, en 1996, se hicieron con el galardón a mejores intérpretes.