Ningún testigo presencial identificó ante la Policía a María del Carmen B., conocida como "La Perla", entre los participantes en el tiroteo que el pasado 20 de agosto mató a una niña de siete años en Sevilla, aunque posteriormente sí que lo hicieron en el juzgado y la juez decretó prisión contra ella.
Fuentes del caso han informado a Efe que ese será uno de los aspectos que esgrimirá la defensa para pedir la libertad de algunos de los diez encarcelados: la propia María del Carmen B., su esposo, su hijo y otros miembros de su familia.
El sumario supera ya los mil folios y, tras el levantamiento del secreto del sumario el pasado viernes, las fuentes han precisado que se confirma que el desencadenante del tiroteo fue el secuestro sufrido en mayo pasado por un hijo de "La Perla", a quien golpearon y robaron un cordón de oro.
A los nueve encarcelados el pasado 26 de agosto, tras ser detenidos en Mijas (Málaga), el viernes se unió otro hombre detenido en Mérida, que también ingresó en la cárcel por orden del juez de guardia.
El tiroteo se produjo el pasado 20 de agosto en la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas, cuando varios miembros del clan de Los Perla acudieron al domicilio de Los Mariano para pedir explicaciones por el secuestro y en el tiroteo que se entabló murió una niña de siete años, cuyos padres no tenían nada que ver con la rencilla.
Los encarcelados están acusados de presuntos delitos de homicidio, tenencia ilícita de armas, tráfico de drogas, encubrimiento y amenazas.
María del Carmen B. es la única detenida que continúa en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) ya que todos los hombres encarcelados han sido dispersados entre las prisiones de Albolote (Granada), El Puerto de Santa María (Cádiz) y Huelva para evitar incidentes con miembros de la familia de Los Mariano.
De los encarcelados, solo Antonio G., alias "El Coleta" y su hijo reconocieron haber disparado con una pistola y una escopeta cuando fueron "recibidos a tiros" por parte de Los Mariano.
Los demás miembros de su familia, que portaban palos, declararon al juez que huyeron al oír el tiroteo.
Tras el suceso, los miembros del clan de Los Perla se refugiaron en una finca de su propiedad en Hinojos (Huelva) pero al sospechar que habían sido localizados huyeron a Mijas, donde fueron detenidos el 23 de agosto.