El portavoz de ERC, Joan Ridao, llevó al pleno de la Cámara Baja la falta de apoyos del Gobierno en el Parlamento tras los “incumplimientos” de la pasada legislatura y después de que las elecciones gallegas y vascas le hayan dejado “sin oxígeno”, porque “quién más, quién menos, lleva un cartelito de ‘aquí no se fía”.
Ridao consideró que Cataluña ha pasado de ser un problema a ser una solución y advirtió a Zapatero de que se quedará “sin ningún tipo de salvavidas” si no se llega “a un buen acuerdo, y lo más rápido posible”, en torno al nuevo modelo de financiación autonómica.
Zapatero insistió en que si se trabaja sobre un proyecto progresista y que defiende la España plural “habrá posibilidades de entendimiento” y, aunque reconoció que si los grupos actúan pensando en expectativas electorales habrá “más dificultades”, les instó a no hacerlo.
Cuando se ponen “las luces largas” y se mira al interés general los resultados son más positivos para los ciudadanos y para todos los grupos parlamentarios, subrayó Zapatero, recordando que el PSOE fue el partido más votado en las últimas elecciones generales y que otros grupos perdieron representación.
A pesar de que este martes, al votarse en el pleno varias iniciativas de la oposición, quedaron de manifiesto las dificultades que van a encontrar los socialistas para aprobar sus proyectos legislativos, Zapatero mantuvo su optimismo.
El Gobierno, recalcó, trabajará como lo ha hecho en esta legislatura y como lo hizo en la pasada para recabar respaldo a un proyecto que busca extender derechos, libertades y políticas sociales, apoyar el empleo y situar a España internacionalmente a la cabeza de la lucha contra la pobreza y el cambio climático.
En su opinión, los 169 diputados socialistas que representan a once millones de ciudadanos deben ser “una base suficiente” para llegar a acuerdos, y para ello garantiza “la máxima voluntad de diálogo” del grupo y del propio Gobierno.