La Audiencia de Sevilla ha condenado a cuatro años de cárcel a un joven que intentó abusar de una niña de doce años, a la que llevó a un descampado y retuvo contra su voluntad pese a que la menor consiguió zafarse en dos ocasiones.
Una sentencia de la Sección Primera, a la que ha tenido acceso Efe, dice que F.J.R.E., entonces de 18 años, vio salir a las 17 horas del 15 de junio de 2008 a la niña de una tienda de comestibles en Coria del Río (Sevilla).
El procesado, conocedor de la edad de la menor por ser amigos y vecinos, y "movido por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales", abordó a la niña, la agarró con fuerza y le sujetó las dos manos colocándoselas por la espalda, para a continuación tirar de ella hasta llevarla hasta un descampado próximo.
Una vez allí el procesado le pidió que le hiciera una felación pero ella se negó y logró huir corriendo, pese a lo cual el procesado la siguió y la alcanzó a los pocos metros, se bajó los pantalones y la ropa interior, cogió a la menor por la fuerza a la altura de la nuca y trató de penetrarla oralmente.
El acusado no lo logró porque la niña logró de nuevo zafarse y salir corriendo.
La sentencia, que fue alcanzada de conformidad con el procesado, le aplica la atenuante de padecer un retraso madurativo ligero y alteraciones de conducta, junto a una enfermedad de origen cardiovascular, por lo que tiene reconocido un 43% de minusvalía.
Precisa la sentencia que, desde el punto de vista médico-legal, la enfermedad mental del procesado "no produce afectación en su capacidad de conocer y actuar", pero sí le ocasiona un "deterioro de la capacidad de adaptación en general y disminución del control de los impulsos y de sus instintos".
También reconoce la sentencia que la causa ha tenido "graves retrasos" debido a la demora de cuatro años en la prueba pericial psicológica en el Equipo de Investigación de Casos de Abuso Sexual (EICAS), pues las entrevistas comenzaron en noviembre de 2008 y el informe no se emitió hasta noviembre de 2013, tras cuatro recordatorios.
La condena de cuatro años de cárcel por un delito de agresión sexual en grado de tentativa incluye la prohibición de acercarse durante otros cuatro años a menos de 500 metros de la víctima y comunicar con ella.