Quedo atrás la tendencia que dominó en los últimos años con el surgimiento de artistas jóvenes y, por ende, de escasa trayectoria, cuyas obras, dominadas por la incitación y la agresividad, alcanzaron precios exorbitantes.
Las selectas galerías que han logrado un espacio en esta prestigiosa feria presentan lo mejor que tienen y resulta evidente el retorno a lo “convencional” y el espacio recuperado para la pintura.
En cambio han disminuido visiblemente, pero de ningún modo desaparecido, las propuestas excesivamente provocadoras.
Los puestos de la primera planta del pabellón principal de Art Basel han optado por ofrecer obras de artistas bien asentados.