Llegados en autobuses y furgonetas desde diferentes puntos de la capital, los manifestantes se congregaron en torno a la emblemática avenida Enguelab, escenario el pasado domingo de violentos enfrentamientos entre las Fuerzas de Seguridad y grupos de oposición que trataban de protestar contra el régimen.
Apenas tres días después, la imagen que mostraba ayer en directo la televisión estatal era muy distinta. Hombres y mujeres envueltas en largos velos negros, llamados chador, desfilaban por las calles de la capital y de otras ciudades con retratos del líder supremo de la Revolución, ayatolá Ali Jameneí, y del presidente, Mahmud Ahmadineyad.
Los gritos de apoyo al líder se mezclaban con eslóganes en los que se culpaba a los adalides de la oposición, Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí, de los sangrientos disturbios y de la inestabilidad política.