“Sorprende que haya gente que viene buscando esos títulos, pensados para un público más general que no es específicamente comiquero y que ahora sí compra cómics”, subraya a Efe Ana Faraco, encargada de la librería El aventurero, dedicada al mundo de la historieta.
Los responsables de El aventurero y Generación X, que han llevado con sus casetas centenares de cómics a la feria, atribuyen el auge del cómic a su vinculación con el cine, “que ha ayudado mucho” al género, según Faraco.
Y es que las grandes producciones V de Vendetta, Watchmen, Iron Man y otras películas protagonizadas por los clásicos superhéroes, “han hecho que el cómic adquiera más importancia, que esos éxitos de taquilla se conviertan en leyendas y la gente vaya a comprar el cómic”, afirma Ismael Contreras, de Generación X.
Contreras matiza que la afluencia de gente “que viene del cine y se pasa al cómic” no es tan determinante, y que el recorrido suele ser el inverso: “La gente que ha leído Watchmen ha ido a ver la película”.
Pero también hay cómics que nacen junto a la película, como El curioso caso de Benjamin Button, basada en el relato de Scott Fitzgerald, o Coraline, de Neil Gaiman, ambas bien recibidas por el público de la Feria, según Faraco, “porque cuando hay película, a no ser que sea muy mala, el cómic se vende”.
La publicidad, las reseñas en medios de comunicación y el aumento de puntos de venta han sido determinantes, según los libreros, para que este año los compradores de cómics de la Feria sean “de todos los colores, desde los 5 a los 70 años, que buscan parodias, superhéroes y el Capitán Trueno, que se sigue vendiendo”, asegura Contreras.
“En la Feria del Libro se vende mucho más que en la tienda, sobre todo al público infantil”, apunta Faraco.